El gozo por la vida
me araña las entrañas
el silencio me atrapa
en mis soledades.
Un dolor agudo
me abrasa el alma
me sube hasta el corazón.
Siento bullir la vida
que se escapa lentamente
entre mis dedos
marchitos.
No hay lugar para desencantos
ni reproches baldíos
aferrados a mis recuerdos.
Vivo en libertad
sin ataduras.
He dejado atrás
barrotes, cerraduras, candados
que me mantenían aherrojada.
Pedacitos de vida
bailan a mi alrededor
vivo, sueño, amo
tratando de atraparlos.