jueves, 7 de febrero de 2013

SUPERVIVENCIA


De repente, un precioso gato negro-  aunque con un pelo muy deteriorado y el rabo cortado a la mitad quizá debido a un accidente en la lucha con alguno de su misma especie- había tenido la osadía de colarse en busca de comida en corral ajeno. Blanquito que era el jefe de aquel lugar, le miró desafiante.


El intruso trato de hacerse el despistado, pero la mirada del anfitrión se posaba en él impidiéndole seguir adelante. Se escucharon maullidos en la tarde ¿ quien era el más macho de los dos?


Al final con su maltrecho rabo entre las patas se alejó sin decir ni pio...
Blanquito, llevaba en su boca un mechón de su pelo negro como trofeo de su denodada lucha.


 Mientras tanto, Napoleón, encima del seto del jardín, contemplaba la escena.


Blanquito, se acercó a Napoleón, y le dijo: ¿ se puede saber que estas mirando?