martes, 3 de noviembre de 2020

ATARDECERES.

 



Atardeceres furtivos

muy cerca de las montañas

y el dolor quedó cautivo

prendido de las entrañas.


En el alma dolorida

el aguijón se le clava

mientras recoge por dentro

el beso de la mañana.


Otoño de mil colores

que me acercan a la infancia

y en esa orilla del río

remanso de amaneceres

ya la vida se me escapa.