jueves, 8 de junio de 2017

JUECES


Nos erigimos en jueces
de otros
con mano dura
y fuertes reproches
sin pizca
de humanidad.

 Atreviéndonos a juzgar
situaciones
que otros han vivido
con el látigo
de nuestra lengua viperina
sin un ápice de piedad.

Levantamos el dedo acusador
maldiciendo
a todo aquel
que osa ser él mismo
porque nuestra mezquindad
es tan grande
que sobrepasa los límites
de la piedad.

No soportamos
a los que tienen
dignidad
porque son un revulsivo
para nuestra mediocridad.

Enarbolamos
banderas en pro de la libertad
y subyugamos
a todo aquel
que no es de los "nuestros"

Pero seguimos
creyéndonos
el ombligo del mundo
sin llegar al meollo
de la cuestión
juzgando, hiriendo
mientras tratamos de dormir
en paz
acallando
la propia conciencia.

Soberbios
altivos jueces
que se atreven a juzgar
lo más sagrado
sin reconocer
su propia pobreza.