El viento ha traído el eco de tus besos
en la tarde
vuelan las añoranzas
al igual que los pájaros.
Los caminos se visten
de amapolas
y besos.
El camino, largo, polvoriento
duro,
a veces, amable.
Las huellas
llevan sangre
y dolor.
Y sonrisas.
Claroscuro
en el horizonte
y promesas
de buena cosecha
en los trigales.
Sombras y luces
entremezcladas
en mi andar peregrino.
¡Eso es el vivir!