El viento ha traído el eco de tus besos
en la tarde
vuelan las añoranzas
al igual que los pájaros.
Los caminos se visten
de amapolas
y besos.
El camino, largo, polvoriento
duro,
a veces, amable.
Las huellas
llevan sangre
y dolor.
Y sonrisas.
Claroscuro
en el horizonte
y promesas
de buena cosecha
en los trigales.
Sombras y luces
entremezcladas
en mi andar peregrino.
¡Eso es el vivir!
De todo se lleva en el paso del tiempo y la vida, nos da de dulzores y de tristeza, lo valioso es que se sigue siendo forme y agradecida de la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una hermosura lo que has escrito Mari Paz. Elegante y tierno, pocas palabras y precioso decir.
ResponderEliminarAprovecho para desearte que pases una Feliz Navidad con tus seres querido, y que sigas con esas ganas de relacionarte tan bonita que tienes.
Abrazos.
A medida que pasa el tiempo más sombras que luces.
ResponderEliminarBesos.
Que hermosura de poema y de foto, Mari Paz, me encantan las amapolas, lástima que sean tan efímeras y que no huelan bien, sino serían mis flores ideales...
ResponderEliminarLa vida... esa tragicomedía en la que la melancolía se alimenta de la certeza del final, que todos sabemos por adelantado. En mi caso los buenos recuerdos me sanan y mantienen el equilibrio entre las luces y las sombras.
Abrazos
Un poema de gran belleza, igual que esa imagen llena de vida, luz y color....felices navidades...mucha salud.
ResponderEliminarBello y tranquilo poema, querida paisanuca, sobre el tiempo y sus misterios. Lo escribes con un con conmovido temperamento poético, ese que te es tan afín y que llega tan directo. Me agradó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande aprovechando este tiempo de navidad para desearte lo mejor
Quería Maripaz.
ResponderEliminarAnte nada, te deseo feliz año nuevo.
Preciosas amapolas entre besos y vuelan las añoranzas al igual que los pájaros en su peregrinación.
Un fuerte abrazo, guapa.