Se ha llenado el día de tristeza
y el llanto ciega mis ojos.
Hasta el sol se ha escondido con su pena
y la mía.
Las gotas de lluvia
se funden con mis lágrimas.
Un grito sin voz
sale de mis entrañas.
Una rebeldía,
un desacato ante lo injusto de tu muerte.
Conservo en mi alma herida
la luz de tu mirada
la bondad de tu sonrisa.
Te has ido despacito hacía el mar.
La corriente de ese río nuestro te ha acunado
en silencio.
Tú sabías que ibas camino de un mar desconocido
así me lo decías
y mientas tanto, sonreías a la vida
cogida de mi mano.
Tus pasos se han quedado prendidos
en caminos y veredas
que recorrimos juntas.
A orillas del Carrión
sentiré tu presencia
atraparé tus recuerdos
los llevaré siempre conmigo.
P.D. Dedicado a mi amiga Lidia.
In Memoriam.