Te llevaste contigo
mis anhelos
y en la noche
dormito en mis nostalgias.
Un silencio sombrío
me acompaña.
Un susurro de palabras
en mi lecho
ha llegado a mi ventana.
Se ha dormido
la esperanza
en mi regazo
y temo despertar
mil caricias lejanas.
Amanece un nuevo día
de colores
y el murmullo del viento
me habla.
Zarpazos
que avivan mi vivir
y mi nostalgia.
¡Y entonces grito!
Araño la tierra
y entierro mi rabia.
Una batalla ganada de la mejor manera. Luego se narra y con qué estilo tan grande, preciosa.
ResponderEliminarBesos, Maripaz.
Fascinante tu escrito te felicito bella@
ResponderEliminarBuenos días, Maripaz. En primavera se saca la rabia y no temas despertar las mil caricia lejanas.
ResponderEliminarFeliz viernes, guapa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encanta leerte de nohe cuando hay silencio en la vida
ResponderEliminar"Se ha dormido la esperanza en mi regazo..." que verso tan bello, Mari Paz, al menos se ha quedado ahí esperando que la acojas y la despiertes, quizá gritando, porque hay ausencias que nos laceran sin compasión.
ResponderEliminarMaravilloso poema. Un abrazo,
El grito libera, como tú has expresado tan certeramente porque ayuda a expulsar "negruras internas" para que no se queden dentro y poco a poco nos vayan destruyendo. Me gustó tu poema, has conseguido muy bien expresar el dolor de la pérdida. Un abrazo.
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