Hojas del árbol de la vida
diversas texturas
variados colores
como los amores
que encontré yo un día.
Primaveras, veranos
otoños e inviernos
van cambiando las hojas
en busca de sueños.
Cubierto está el parque
alfombrado y risueño
no me atrevo a pisarlas
lleno de temores
en su dulce sueño.
En su despedida
no les oigo gemir
conservan su belleza
negándose a morir.
Las voy recogiendo
en un ramillete
y las acaricio
en este presente.
El tronco vacío
llora con nostalgia
con el desconsuelo
propio de la infancia.
Igual que la vida
huérfana de amores
mientras pasa el tiempo
llegan los dolores.
