Amigos
enlazados en los dedos de mi mamo
de noches de farra
y pasión
donde no cuenta la cordura
y se cuela entre mis huesos
unos gramos de locura
traspasando la razón.
Amigos
para lo bueno y lo malo
que de todo hay
en la viña del Señor
descubriendo la vida
sorteando la muerte
dependiendo de la suerte.
Amigos
como hermanos
o más que hermanos
que juntan sus manos
emprendiendo el vuelo
y surcando mares
de forma inconsciente
evitando dejarse llevar por la corriente.
Amigos
fieles y sinceros
que no se venden ni al dinero
que recogen mis pedazos
poniendo sus pies, en mis propios zapatos
sin juicio ni condena
que valga la pena.