Atardeceres furtivos
muy cerca de las montañas
y el dolor quedó cautivo
prendido de las entrañas.
En el alma dolorida
el aguijón se le clava
mientras recoge por dentro
el beso de la mañana.
Otoño de mil colores
que me acercan a la infancia
y en esa orilla del río
remanso de amaneceres
ya la vida se me escapa.
A veces retrotrae recuerdos dolorosos nos llenan de malas vibras, pero por igual es un recuerdo válido porque es parte de la vida
ResponderEliminarMe gusta ver el río que lleva el agua, en ello se van los malos recuerdos y se llenen de nuevos y frescos sentires.
Un tierno y nostálgico poema, lleno de hermosas imágenes con un cadencioso romanticismo.
ResponderEliminarUna fotografía llena de serenidad.
Precioso el conjunto Mari Paz.
Un abrazo.
Bonito poema... y nostálgico... se escapa la vida y más en esta "no vida".
ResponderEliminarBesos.
La vida se escapa demasiado pronto, así parece. Vuela el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo gigante que no permita se nos vaya la nuestra.
Belo o teu poema Maripaz!
ResponderEliminarViajo ao longo das tuas palavras num delicioso caminho de Outono!
Un buen fin de semana para ti...
Abrazo!