Amo la silueta de tu espalda
apoyada en el respaldo de la silla
reposando de la dureza de la vida.
Tu frágil cuerpo
agotado por el paso de los días.
Las canas en tu sien
adormecidas de sueños.
Tus manos derrotadas
de anhelos.
Tus ojos vacíos
de atardeceres.
Aún así
tu figura es enorme
porque manifiesta
tu valiosa humanidad.
No veo escombros
veo lucha, dolor, llanto...
y vida
mucha vida.
Porque la vida
esa que has vivido
ningún ladrón
te la puede arrebatar.
Por eso mismo
amo la silueta de tu espalda
tu frágil cuerpo
las canas en tu sien
tus manos derrotadas
tus ojos vacíos
y el calor de tu piel llena de vida.