Se nos llena la boca
del llanto de los pobres
mientras escondemos
las sucias monedas
en el bolsillo mugriento
de nuestra propia avaricia.
Denunciamos injusticias
pero al mismo tiempo
nos permitimos
avasallar al más cercano
hasta ponerle el yugo
de nuestra imposición totalitaria.
Gritamos y gritamos
en las calles y plazas
para acallar nuestra conciencia
sin llegar a jugarnos todo
en el intento.
temiendo perder nuestros privilegios.
Cual marionetas
dejamos que los hilos del poder
nos manejen
y sonreímos contentos
seguros de nuestra valentía
plegándonos al deseo del que manda
sin salirnos de la fila
conscientes de ser uno más
sin atrevernos a vivir con osadía.
Porque hay uno que manda
y otro que obedece
esta así estipulado
aunque escondamos la realidad
con una libertad aparente
y falsa.
Manoseamos el don de la palabra
con frases vacías de vida
porque hablar
no cuesta demasiado esfuerzo
y la mayoría de las veces
nuestras obras desmienten
nuestras voces.
M.Paz.
Una verdad aplastante hay en tus palabras Maripaz, estamos llenos de falsedades y muchas veces no nos importa el sufrimiento ajeno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maripaz.. Entro también en este tu Blog, me gusta como expresas la realidad de la vida y de la sociedad donde no tenemos mas remedio que estar, pero no por ello debemos ser sumisos, aunque cuesta tanto hablar, hablar diciendo verdades sin ofender.. y.. sin mentir.
ResponderEliminarPreciosa fotografía.. Un abrazo..
Tienes mucha razón.
ResponderEliminarbesos
Cuanta razón Maripaz, somos capaces de ser lo peor y también lo mejor.
ResponderEliminarUn beso
Que razón tienes!, además a eso sumarle que cuando pedimos para los demás generalmente nosotros queremos tener más. Esta semana fui consciente de ello en dos casos que presencié. Una persona fue a reservar para cenar a un restaurante y el día que quería ir no abrían, les puso de vagos, sin pensar que tal vez ese día los del restaurante también querían que les hicieran la cena. Otra persona pregunta el precio en un mercado de artesanía y dice "no es barato" (tuve claro que no valoró el trabajo de los demás como el suyo)
ResponderEliminarUn abrazo
un gran texto salido de la mente de una gran mujer
ResponderEliminarLa primera estrofa es más verdad que el aire que respiramos.
ResponderEliminarTienes toda la razón.
Besos.
La foto, quñe maravilla, se podría titular, "servido en bandeja" para un sólo comensal.
ResponderEliminarSer contradictorio no es lo peor, sino ser indiferente, cobarde o hipócrita.
Nunca hago todo lo que podría, es cierto, muchas veces por comodidad, por pereza, pero al menos no me engaño.
Ni tampoco le pido que al que le doy una moneda que no se la gaste en vino o lo que le apetezca, que bastante tiene con vivir en la calle y ser casi invisible.
Y no hay que irse muy lejos para practicar nuestro lado "bueno" sonríamos más, seamos amables con quien nos rodea, empaticos, dejemos de mirarnos nuestro ombligo para que luego nos cuadre eso de yo
hago lo que puedo.
Podemos hacer siempre algo más.
Un reflexión muy oportuna, Maripaz, ahora que parece que el espíritu navideño nos tiene que hacer mejores, sí o sí.
Un beso,
Bom dia, poema bem escrito e objetivo, durante a vida temos altos e baixos, o não aceitar a mentira por conveniência daqueles que só pensam neles próprios, é o caminho para que nos sintamos bem, assim, contribuirmos para um maior equilíbrio social.
ResponderEliminarContinuação de feliz semana,
AG