Noche envuelta en bruma silenciosa
agazapada niebla
persiguiendo miedos
y corazones
solitarios.
Adoquines llenos
de misterios y
sonido de pasos
huyendo del
horror.
Cerrojos que cierran
puertas
sellando traiciones
sin futuro
de lunas venideras.
Soledades y silencios
que esconden
secretos
rumiando amores
hasta el amanecer.
Flores negras
de desencanto
que niegan el color
de la vida.
Presencia enamorada
en espera
ansiando el encuentro
y la luz.
P.D. Pediros disculpas por todo este tiempo de ausencias. Abrí este nuevo blog con la intención de escribir en los dos, pero al final le olvidé hace tiempo y no he visto vuestros cariñosos comentarios.
Hola Maripaz, paseando por los blog he llegado hasta el tuyo y me gusta, así, que si me lo permites me quedo.
ResponderEliminarUn saludo.
Un placer, Conchi. Un saludo.
ResponderEliminarHola Maripaz, voy a hacer como Conchi, si me lo permites, me quedo. he visto una mesa vacía al fondo y allá voy. Prometo no hacer ruido.
ResponderEliminarEsa niebla tan sugerente y fotogénica me encanta, Maripaz, pero no la que sugiere tu poema, esa qué nos hace invisibles, que nos aisla, que nos envuelve y acaba por no dejarnos respirar.
ResponderEliminarUn beso,
Hola, Conchi, para mi es un placer tenerte en mi rincón.
ResponderEliminarUn saludo
Enrique, se bienvenido. Y no me importa que hagas un poquito de ruido...jejeje
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, Conchi, para mi es un placer tenerte en mi rincón.
ResponderEliminarUn saludo