martes, 29 de octubre de 2019

EL TIEMPO


Se mece en mi regazo
al compás de mis sueños
se balancea en el leve susurro del viento
al caer la tarde.

Efímero ladrón
que roba mis días
y me esclaviza el alma
mientras camino.

A veces solo queda el lamento
y los recuerdos
retazos de atardeceres furtivos y lejanos
besos y risas
llanto y desconsuelo.

Allá en el horizonte
se acerca la noche de la vida
se estremece el corazón marchito.

Quisiera retornar
al claustro materno
y volver a nacer
donde anida la esperanza.